Se espera que la pérdida de hielo marino pueda llevar al aislamiento y el aumento de la consanguinidad entre los zorros árticos, que actualmente utilizan el hielo para viajar entre poblaciones.
El deshielo en el Ártico se ha acelerado en las dos últimas décadas, alcanzando el nivel mínimo de hielo en agosto de 2012.
Cambios en el ciclo de vida de plantas y animales, extensión de nuevas enfermedades y apertura de rutas explorables en el Ártico, son algunas de las consecuencias del acelerado deshielo.
Durante las dos últimas décadas, el Ártico se ha calentado el doble de rápido que el resto del planeta, hasta el punto de que el año pasado la extensión de hielo marcó su mínimo histórico desde que se toman registros.
El calentamiento del Ártico está influyendo en la flora y la fauna marina, y si el ritmo del deshielo continúa tan acelerado, sus consecuencias afectarán también a los animales terrestres. El caribú, el zorro ártico o la morsa tendrán que hacer frente a un ecosistema hostil en los próximos años, al que deberán adaptarse para poder sobrevivir.
Un estudio publicado esta semana en la revista ‘Science’ advierte de estas posibles consecuencias, y alerta además de la aparición de patógenos que han permanecido aislados hasta el momento, pudiendo extenderse a otras comunidades conforme aumente la movilidad de las especies por el deshielo.
El objetivo de esta investigación, liderada por Eric Post, profesor de la Penn State University, es estudiar el efecto dominó que la pérdida de hielo ocasionará tanto en los animales marinos como en aquellas especies terrestres que viven junto al hielo y que forman parte de este rico ecosistema. Para ello han examinado las relaciones entre algas, plancton, ballenas y animales terrestres como el caribú o el zorro ártico o polar.
Según señala Post, los efectos del deshielo y del calentamiento en los microorganismos que viven bajo el hielo han recibido mucha atención por parte de los científicos, pero los animales que viven cerca del hielo probablemente también se están viendo afectados.
El albedo, culpable del deshielo acelerado
El profesor afirma que tras el récord de deshielo alcanzado en agosto de 2012, se espera que la capa de hielo siga derritiéndose a un ritmo acelerado. Esta previsible aceleración en el deshielo se deberá, en parte, a la pérdida de albedo, es decir, el porcentaje de radiación que la superficie cubierta de hielo refleja respecto a la luz solar que le llega. Cuando el albedo disminuye porque la superficie helada es más pequeña, aumenta el calentamiento.
El deshielo afecta al contenido de las algas que crecen en las capas heladas, haciéndolas menos nutritivas para los depredadores marinos. Además, al tener menos hielo, algunos vertebrados disponen de menor superficie para cazar, reproducirse y descansar. En definitiva, se reduce el terreno en el que habitan, y acaba por afectar a las plantas que crecen en la tierra.
El deshielo altera el ciclo habitual de las especies
Los investigadores temen que otro efecto indirecto sea un cambio en la forma en la que se mezclan las poblaciones. Al tener un periodo más largo sin hielo, los lobos o zorros árticos que actualmente están aislados sólo durante el verano, podrían estarlo durante más tiempo, generando un declive en los cruces de poblaciones.
No obstante, en otras especies el efecto podría ser justo el contrario: “Sabemos que para algunas especies el hielo es una barrera. Así que una estación sin hielo más larga probablemente fomentará que la población se mezcle, reduciendo la diferenciación genética”, señala Post.
Por ejemplo, los osos polares cada vez pasan más tiempo en compañía de los osos grises, con los que antes tenían menos contacto, lo que ha ocasionado que se apareen, dando lugar a una especie híbrida.
Nuevas enfermedades por el deshielo
Por otro lado, el contagio de patógenos que hasta ahora estaban aislados es otro de los riesgos al aumentar el contacto entre las especies del Ártico oriental y occidental.
Podría ser el caso del virus del moquillo de los fócidos, que afecta sólo a las focas del Ártico oriental. Si estas focas comienzan a mezclarse con las del Ártico occidental el virus probablemente se extenderá a otras poblaciones.
El deshielo acerca el Ártico al hombre
El derretimiento del hielo abre una nueva posibilidad para la acción del hombre sobre esta zona, antes de difícil acceso por su capacidad hostil. Vías que anteriormente permanecían heladas e inaccesibles se convertirán en navegables, ocasionando un mayor impacto por la actividad del ser humano en esta zona.
Según los expertos, el incremento del tráfico marítimo es una amenaza para estos ecosistemas por los planes del hombre para realizar prospecciones en busca de gas, petróleo y minerales en la zona. Entre las especies más vulnerables a la explotación estarían la ballena boreal y la morsa del Pacífico. En el ártico canadiense, el aumento del tráfico de barcos y el comienzo tardío de la temporada helada podría alterar la migración anual de los caribúes.
No obstante, los científicos recuerdan que la pérdida de hielo también podría evitar los brotes esporádicos de rabia en Svalbard, atribuidos a la llegada de los zorros polares desde la Rusia continental. La reducción de la capa de hielo minimizaría o eliminaría estos movimientos.
Fuente | www.teinteresa.es
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