Los científicos y las ONG reclaman medidas urgentes para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero tras conocerse que el deshielo del Ártico alcanzó un nivel récord.
El hielo se derrite todos los veranos, pero este año, incluso antes de que termine el periodo estival, abarca sólo 4,10 millones de km2, o sea casi 500.000 km2 menos que en la misma época en 2007, y 70.000 km2 menos que en su anterior récord de deshielo, batido el 18 de septiembre de 2007.
Este anuncio, realizado el recientemente por el estadounidense Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo, fue confirmado el martes por el Instituto ruso de investigación científica para el Ártico y la Antártida. Es “un indicador muy visible, palpable, del calentamiento climático”, subrayó el climatólogo francés Jean Jouzel, vicepresidente del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (GIEC, por sus siglas en inglés).
“Las regiones polares sirven de vigía, de señal de alerta, allí es donde se pueden ver primero las señales de fenómenos que corren el riesgo de desarrollarse en el conjunto del planeta”, precisó Hervé Le Treut, especialista en clima. Para él, “lo que está ocurriendo es coherente con lo que se podía esperar pero va más rápido, es una tendencia preocupante”.
Jouzel cita otras señales de “calentamiento excepcional” en el Ártico: el deshielo de la nieve en la casi totalidad de la superficie de Groenlandia o incluso la separación de un inmenso bloque de un glaciar. Este deshielo ártico se produce después del mes de julio más caluroso jamás registrado en el hemisferio norte.
“Hay varias regiones del mundo donde, de hecho, el cambio climático parece ir más rápido, y con mayor alcance de lo que predecían los modelos” realizados, declaró Michael Mann, autor de un informe de las Naciones Unidas sobre el calentamiento global. Para Kumi Naidoo, director ejecutivo de Greenpeace Internacional, “estas cifras son la prueba irrefutable de que las emisiones de gases de efecto invernadero responsables del desajuste climático están destruyendo un ecosistema crucial para el planeta”.
Bob Ward, responsable de la investigación sobre el clima en la London School of Economics, destacó que a la velocidad actual de calentamiento “podemos contar con que dentro de unas décadas el hielo del Ártico desaparezca completamente durante el verano”.