En México florecen en al menos doce estados del país donde existen selvas y bosques húmedos, aunque también es posible encontrarlas en algunos lugares de Honduras y Guatemala.

De las 1.264 especies que hay en el país al menos una, Laelia Gouldiana, se considera extinta y otras 181 están amenazadas, según datos oficiales. Además, 16 están en riesgo de desaparecer por completo y algunas más sobreviven sólo en invernaderos.

Es un problema serio, asegura Victoria Sosa, investigadora del Instituto de Ecología en Xalapa, Veracruz.

“Hay mucha extracción ilegal, sobre todo de los coleccionistas”, explica. “En los mercados locales de Xalapa se venden muchísimas especies que extraen de los bosques”.

De hecho, muchas flores silvestres son exportadas de manera irregular a otros países, insisten los investigadores.

Las autoridades reconocen que existe un “uso irracional” de las orquídeas mexicanas, y para impedir su extinción, la Secretaría de Medio Ambiente (SEMARNAT) estableció un programa especial para protegerlas.

El proyecto contempla crear invernaderos especiales para esas flores, así como ofrecer apoyo a los campesinos dueños de bosques para que procuren conservar las especies que allí existan.
Chiapas

La orquídea es una de las flores más prolíficas del mundo, pues existen unas 40.000 especies conocidas y registradas.

Pero es en Chiapas donde más especies hay registradas y donde se presenta mayor riesgo de extinción, según reconocen autoridades e investigadores.

En ese lugar, al sureste del país, existe la mayor concentración de selvas de México, y durante décadas ha sufrido problemas de tala y deforestación con fines agrícolas.

Eso afecta el medio ambiente que necesitan las orquídeas, especialmente terrestres y las que crecen en los árboles, explica la investigadora Sosa.

“En cuanto se abre un claro en el bosque o la selva para agricultura o ganadería, las orquídeas resultan afectadas”, explica.

Algunas especies son más delicadas, pues una mínima variación de temperatura suele provocar su muere. Para éstas, el cambio climático se ha convertido en un fuerte enemigo.

¿Tienen salvación las orquídeas mexicanas?

Sí, pero se requiere un programa extenso no sólo de las autoridades, sino especialmente de los amantes de esas flores, pues son los coleccionistas quienes más han contribuido a la desaparición de algunas especies, dicen los investigadores.

Y es que algunas variedades no pueden cultivarse en invernaderos, donde es imposible reproducir el medio ambiente que necesitan.

Otra solución, dice la especialista Sosa, es crear santuarios protegidos en las selvas y bosques del país, y también en otras regiones donde las flores están en riesgo.

Esos “lunares” representan la mejor alternativa para que México conserve la mayoría de sus orquídeas, especialmente las 505 que se consideran endémicas del país, es decir, no se encuentran en ninguna otra parte del mundo.

FUENTE | BBC Mundo