Se trata de un ecosistema natural que ocurre por encima de la línea continua de bosques y por debajo de las nieves perpetuas en Los Andes tropicales húmedos.
Son varias las amenazas que tiene que enfrentar el páramo andino como ecosistema todos los días producto de la existencia del ser humano, pero la buena noticia es que se pueden establecer alternativas que sean más ecoamigables y se pueda detener la destrucción y pérdida de este tipo de ecosistema único y en el mundo.
Según la información aportada por el proyecto “Conservación de la Diversidad en los Páramos de los Andes del Norte y Centrales”, mejor conocido como “Proyecto Páramo Andino” o “PPA”, el cual es una iniciativa regional que trabaja por la conservación y el uso sostenible de los páramos de Venezuela, Colombia, Ecuador y Perú. Esta pérdida se ha debido a que la frontera agrícola se ha extendido, se han implementado crías de ganado y se han insertado especies de plantas que no son endémicas.
Debido a esta situación, que es producto de una serie de factores que han convergido en la vida del páramo, el PPA ejecuta acciones claves de manejo en 14 sitios pilotos a lo largo de los Andes del Norte. En esta área de influencia emprenden acciones que son resultado de un proceso de capacitación, concienciación e investigación tomando en cuenta los actores sociales vinculados, con el fin de que los páramos continúen proporcionando sus servicios ambientales característicos, al mismo tiempo que se mejore la calidad de vida de las comunidades locales que los habitan.
Luis Daniel Llambí, coordinador nacional en Venezuela del Proyecto Páramo Andino y profesor del Instituto de Ciencias Ambientales y Ecológicas de la Universidad de Los Andes explicó que se trata de un ecosistema natural que ocurre por encima de la línea continua de bosques y por debajo de las nieves perpetuas en Los Andes tropicales húmedos, se caracteriza por una vegetación generalmente abierta en que dominan especies de “porte bajo” que incluyen gramíneas, arbustos y rosetas como los frailejones.
“Cuando llegaron los conquistadores en el siglo 16 a los Andes se sorprenden por la similitud del clima y paisajes con los páramos de la meseta Ibérica, esa es una de las palabras más antiguas de las lenguas Ibéricas: proviene de paramus (de origen celta asociada a los climas fríos e inhóspitos y a la llovizna). Su uso común en los Andes del Norte probablemente se deba a la baja densidad de ocupación humana de los páramos en el período precolombino.
Hay varios pisos térmicos. Está el Bosque Paramero (subpáramo, ceja andina, cinturón de ericáceas), está entre 2.500 y 3.500 metros sobre el nivel del mar, es un bosque de transición entre las selvas y el páramo. Están los Pajonales, que van desde los 3.000 msns, y allí dominan las gramíneas (ej. Calamagrostis, Festuca, Stipa).
Si no son pajonales, los páramos son de rosetales, (frailejonales), son importantes en Venezuela, Colombia y Norte de Ecuador. Dominan rosetas gigantes del complejo Espeletia (casi 130 especies). También hay arbustales (matorrales, chusqueales), desde 2.800 a 4.100 msnm. Dominan arbustos de porte bajo a medio y/o bambúes y sufren importante presión para extracción de leña.
Está también el Bosque Altoandino, el cual ocurre en parches o islas dentro de los páramos altos separados de los bosques y selvas de las zonas bajas, entre 3 mil 500 y 4 mil 500 msnm. Es un bosque bajo dominado por Polylepis (coloradito) con refugios de diversidad de flora (hierbas, musgos, líquenes) y fauna (ej. aves). Está también el Páramo Desértico (superpáramo), que son zonas altas por encima de los 4.000 msnm. En Venezuela y Colombia son zonas de los frailejones gigantes. Las plantas están adaptadas a temperaturas congelantes todas las noches y temperaturas altas en el día.
Y finalmente están los Humedales Altoandinos (pantanos, ciénagas, céspedes, pastizales, turberas). Entre la fauna de páramo tenemos aves, que son el grupo de vertebrados terrestre más diverso en el páramo y juegan un papel clave y poco estudiado en polinización, dispersión, depredación de semillas.
Los colibríes son el grupo más diverso, con componentes endémicos y de amplia distribución (incluido el colibrí más pequeño, la estrellita del Chimborazo, y el más grande del mundo, Patagona gigas). Una especie emblemática es el Cóndor, extinto localmente en la mayoría de los páramos (poblaciones naturales en Ecuador y Perú, experiencias de reintroducción en Venezuela y Colombia).
Crixmar Rojas | www.diarioeltiempo.com.ve
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