Las localidades mexicanas de la costa caribeña van rezagadas en el diseño y aplicación de sus planes para afrontar los efectos dañinos del cambio climático, a pesar de la urgencia de contar con medidas para aplacar su vulnerabilidad ante el fenómeno.
La Ley General de Cambio Climático de 2012 obliga a estados y alcaldías a instrumentar programas que abarquen asuntos como inventarios de gases de efecto invernadero y políticas de adaptación y mitigación.
IPS recorrió la zona y constató que, de los 37 municipios costeros visitados en los sudorientales estados de Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, solo seis cuentan con programas específicos, al menos 10 los están elaborando y el resto no se ha dado por enterado.
La costa caribeña de México está expuesta a huracanes y tormentas cada vez más destructivas y a la amenaza del aumento del nivel mar, que inundaría extensas franjas, indican especialistas. Además, emboscan a la riqueza biológica el avance de la industria turística, la deforestación, la ganadería intensiva y las actividades petroleras.
La previsión de la estadounidense Administración Nacional Oceánica y Atmosférica es de entre 13 y 20 tormentas tropicales en el océano Atlántico para la actual temporada y de las cuales entre siete y 11 podrían mutar en huracanes.
El Plan de Acción Climática Municipal (Pacmun) se lanzó en 2011 con nueve alcaldías piloto y ya cubre a 253. Treinta ayuntamientos ya esbozaron sus programas climáticos y se espera agregar más de 30 este año. La iniciativa es impulsada por el Consejo Internacional para las Iniciativas Ambientales Locales (Iclei)-Gobiernos Locales por la Sustentabilidad, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (Inecc) y la embajada británica en México.
El Inecc considera que 1.300 de los más de 2.500 municipios del país son especialmente vulnerables al cambio climático, con 27 millones de personas en riesgo, de los casi 117 millones que habitan México.
El Pacmun identificó problemas como el crecimiento poblacional desproporcionado, planeación inadecuada, procesos de urbanización, cambios de uso de suelo para desarrollos habitacionales o ganaderos y una dotación deficiente de infraestructura básica, como alcantarillado.
Entre los sectores más expuestos anotó turismo, salud, agricultura, biodiversidad, asentamientos humanos y energía. A pesar de ello, los estados de Quintana Roo, Yucatán y Campeche apenas elaboran su plan de cambio climático, mientras Tabasco ya lo tiene. Esos cuatro estados aportan más de 100 millones de toneladas del contaminante dióxido de carbono a los 748 millones de toneladas que el país emite, según datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México.
Las autoridades nacionales ven como opciones viables el uso de energías renovables, la eficiencia energética, la movilidad no motorizada y el ecoturismo para mitigar emisiones contaminantes. Pero una limitante es el dinero, por lo cual un objetivo próximo del Pacmun es conseguir fondos para la ejecución de los planes.
Vía: Emilio Godoy | IPS Noticias
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