Los datos que recientemente ha dado a conocer la Organización Meteorológica Mundial (OMM) no dejan lugar a la duda. El clima se está volviendo más extremo cada vez, algo que se percibe en todos los rincones del planeta.
Tres cosas se han destacado por encima de las demás en este 2012: por un lado, el récord del deshielo marino en el Ártico. La banquisa de hielo llegó a su menor extensión al final del verano, desde que se toman medidas satelitales. El pasado 16 de septiembre esta alcanzó 3,41 millones de kilómetros cuadrados.
Todas las profecías que años atrás hicieron científicos de distintas partes del mundo sobre el cambio climático que se está gestando en el planeta, se materializaron durante 2012 en forma de estragos naturales y temperaturas extremas.
Desde el inicio de este año los servicios meteorológicos internacionales enloquecieron sin equivocarse. El verano empezó antes que de costumbre en Norteamérica y fue extremadamente caluroso y seco.
Los científicos venían diciendo desde hace una década que Nueva York podía ser golpeada por un huracán capaz de inundar los trenes subterráneos y eso fue lo que sucedió con Sandy.