Centros de investigación, así como universidades de México y Estados Unidos, firmaron una carta de intención para crear el Consorcio de Instituciones de Investigación Marina en el Golfo de México, con la finalidad de estudiar la problemática de la zona.
El director del Centro de Investigación Científica y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) Unidad Mérida, Romeo de Coss Gómez, destacó que este consorcio vendrá a formalizar el trabajo conjunto que desarrollan ambas naciones.
Ello, abundó, para conocer y proponer soluciones a temas de impacto social, económico y ambiental en el Gran Ecosistema Marino del Golfo de México.
Mencionó que desde 2009 y hasta mediados de 2013, con recursos del Fondo Ambiental Mundial se realizan estudios en todo el Golfo de México para “conocer el estado del ecosistema” y a partir de entonces, pasar al plan de acciones y recomendaciones”.
Indicó que se han desarrollado en esta primera etapa estudios, tanto por parte de la academia como centros de investigación, de aspectos físico-químicos de las aguas del Golfo, aspectos biológicos; a las especies marinas y su biomasa, así como la cuestión de riesgos ambientales como el impacto en las zonas costeras.
También figura “el tema de la educación ambiental y se ha visto donde se ha influido, en especial en los niños, para generar una conciencia de preservar la naturaleza y en este caso, articular esquemas de cuidado de especies en peligro de extinción y reducir la contaminación” en el ecosistema.
Una segunda fase, dijo, permitirá conformar un consorcio de investigación del lado mexicano y después el binacional, el cual tiene una duración de cinco años y se orienta a fomentar proyectos “con base en las demandas que el Fondo Mundial del Medio Ambiente plantee como necesidades para realizar esos estudios de manera conjunta”.
Por su parte, la directora ejecutiva del Consorcio Marino de Universidades de Lousiana, Nancy Rabalais, destacó que es necesario transformar la ciencia, como los estudios realizados en el Golfo, en programas sensibles que permitan la conservación de la zona, pero al mismo tiempo atender la problemática que vive la población regional.
Indicó que gracias a la ciencia, fue posible crear leyes que permitan realizar investigaciones y atender temas como el brote de algas nocivas producto de la contaminación ambiental en las aguas marinas.
Pero también se lograron crear mecanismos de saneamiento de las aguas del río Mississippi y mejorar los programas de cultivo para evitar la contaminación de las aguas para riego de cultivos, que al final de ambos casos confluyen en el Golfo de México.
A su vez, el representante del Consorcio de Colaboración de Universidades de Estados Unidos, Steven Wolfe, señaló que es necesario promover la integración de universidades y centros de investigación, incorporar a la población a la atención de las problemáticas marinas y realizar monitoreos para prevenir daños ambientales marinos.
FUENTE | www.eluniversal.com.mx
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