El Estado venezolano ha organizado una serie de mesas de trabajo con el objetivo de actualizar la propuesta del Plan de Acción Nacional para la Conservación y Manejo de tiburones y rayas con miras a establecer el ordenamiento jurídico que regule la captura, intercambio, distribución, transporte y comercialización de estas especies en las aguas territoriales de Venezuela.

Esta actividad obedece al esfuerzo que se realiza en Venezuela conservar y proteger los recursos biológicos, más aún cuando se trata de organismos acuáticos que tanto a escala mundial como regional, en las últimas décadas, han soportado elevados niveles de sobre-explotación lo que ha afectado drásticamente el tamaño de sus poblaciones y por consiguiente los volúmenes de capturas de estas especies.

Estas mesas de trabajo siguen la línea de acción implementada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) -por sus siglas en inglés- la cual pide a los países signatarios la elaboración de un Plan de Acción Nacional que proteja a los tiburones y rayas.

Es por ello que Venezuela, con el apoyo de la organización internacional The Pew Environment Group (PEW), trabaja desde el 2005 en los estudios biológico-pesqueros y a su vez desarrolla planteamientos concretos para esta propuesta de manejo; otorgando para ello protagonismo a los pescadores artesanales seguidos de las instituciones y universidades del país comprometidas con la protección y conservación de la biodiversidad acuática.

La participación activa de entes rectores como el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), Fundación La Salle, Universidad de Oriente (UDO), Universidad Simón Bolívar (USB) y la Universidad Francisco de Miranda, son un ejemplo claro de ello.

En este sentido, Rafael Tavares, servidor del INIA Nueva Esparta, comento que “es muy importante para Venezuela establecer las regulaciones pesqueras de los tiburones y rayas. Aún queda un largo camino por recorrer, pues además de la regulación pesquera debemos continuar con la investigación científica y la educación para crear conciencia, sobre su conservación”.

Por su parte Maximiliano Bello, coordinador para América Latina de PEW, la cual desde un principio ha apoyado esta propuesta de norma, mostró satisfacción por las mesas de discusión y declaró que “estamos muy contentos por el avance que ha tenido Venezuela en cuanto a la protección de los tiburones y lo que se está proponiendo en esta normativa”.

También Bello agregó lo siguiente, “lo más interesante es que más allá de una regulación de la pesca, se están planteando acciones concretas que van desde la protección del archipiélago Los Roques que constituye uno de los sitios más importante para la cría y reproducción de tiburones en el Caribe así como la prohibición del aleteo, actividad que consiste en el corte de las aletas a un tiburón vivo y el posterior desecho del cuerpo al mar, donde muere desangrado o ahogado”, detalló.

Al tiempo que Oscar Lazzo, de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales, destacó que debido a las características biológicas del tiburón, “es necesaria su conservación porque es una especie muy vulnerable a la pesca ya que los tiburones y las rayas tardan mucho en alcanzar su edad reproductiva y tienen una tasa de reproducción muy baja, aunada a la descontrolada explotación que los han llevado al borde de la extinción”.

El adecuado manejo, protección y conservación de los tiburones y rayas en Venezuela, a partir de la implementación de una normativa legal que regule y ordene la pesca de estos recursos, propiciará el compromiso y la voluntad del Estado para garantizar la permanencia en el tiempo de estos recursos vivos, permitiendo que tanto las generaciones presentes como las futuras, conozcan y entiendan el patrimonio que solo la madre naturaleza es capaz de brindar.

FUENTE | www.rnv.gob.ve