Desde hace años se le considera una amenaza en expansión para las especies del arrecife en el Caribe y para el ecosistema en su conjunto: el pez león ha sido detectado lo mismo en aguas de México que de Colombia, Islas Caimán, Bahamas o Puerto Rico.
Las medidas han ido desde la pesca intensiva hasta el uso en la cocina, lugar este último en el que apunta a convertirse en un plato con muchas variantes para paladares enterados.
Con una larga serie de métodos de preparación, que se engrosa con los años, el pez león se está haciendo un ingrediente cada vez más presente en platos exóticos. Ahora ha sido calificado como “el nuevo manjar del Caribe” en el Libro de Recetas del Pez León (Lionfish Cookbook), publicado por la Reef Environmental Education Foundation, una ONG de conservación marina fundada en 1990.
Las recetas van desde el pez león asado con especies hasta el pez león Veracruz, pasando por preparaciones que incluyen combinaciones con mango, cerveza, coco y batata o boniato.
El nuevo libro es resultado de los esfuerzos que avanzan en la cuenca del Caribe y en los Estados Unidos para atajar la rápida expansión de la especie invasora, al parecer salida de acuarios en la Florida a raíz del huracán Andrew, en 1992.
Originario de los océanos Índico y Pacífico, sus características le hacen un depredador de gran riesgo.
A su alta tasa de reproducción y la casi ausencia de controladores biológicos se unen el apetito voraz tanto de peces como de crustáceos y un potente veneno en sus espinas dorsales, ventrales y anales, que en el caso de los humanos produce una larga lista de reacciones (inflamación, enrojecimiento, sangrado, náuseas y mareo, dolor de cabeza, dificultad respiratoria, entumecimiento, dolor de articulaciones y en algunos casos fiebre y hasta convulsiones).
Según estadísticas, un ejemplar de pez león puede devorar más de 30 mil peces juveniles en un año.
Miembro más espectacular de la familia de los peces escorpión, con muy pocos predadores naturales, tiene la capacidad de reproducirse todo el año, cada cuatro días. Un ejemplar femenino puede producir dos millones de huevos por año.
Se ha escuchado en los últimos tiempos sobre campañas de pesca masiva –incluidos incentivos a pescadores, buzos y hasta turistas-, o iniciativas relacionadas con la gastronomía en varias islas, incluidas las Caimán.
En Jamaica, desde que fue identificado como un peligro potencial para los ecosistemas de arrecife, el gobierno ha trabajado proactivamente para controlar la explosión de la especie. Entre las iniciativas está el National Lionfish Project, una de cuyas acciones es una campaña pública que promueve la captura y consumo del pez.
Durante el reciente lanzamiento de la campaña del Scotiabank Group, en el Port Royal Marine Laboratory and Biodiversity Centre de la Universidad de las Indias Occidentales (UWI) en Kingston, el responsable del National Lionfish Project, Dayne Buddo, afirmaba que uno de los obstáculos a superar es que “la gente comprenda que el pez león no es venenoso, y que aunque tiene veneno en sus espinas, es fácil de manipular y preparar para el consumo”.
Entre otras medidas para la manipulación, se recomienda usar guantes fuertes y gruesos para evitar las espinas, cuyo corte es el primer paso para la preparación, cortando la piel por encima de las espinas en cada una de las hileras y desde la cola a la cabeza.
Según Buddo, la explotación como pez comestible ha mostrado ser efectiva como método de control del pez en el ambiente marino. Gracias al National Lionfish Project, “estaremos ampliando la sobre-explotación de la especie, no sólo consumiendo ejemplares adultos, sino, y más importante, los juveniles antes de que comiencen a reproducirse”, señaló.
Brian Jardim, CEO de Rainforest Seafoods, dijo que su organización planea comenzar a distribuir el pez león, y explicó que es un pez de carne suave, muy apropiado para trabajar en sopas, kebab, filetes y otras formas. “Con suerte, un día lo veremos en nuestros establecimientos locales de comida rápida, o incorporado en sándwiches u otros tipos de oferta”.
Además de promover el consumo del pez león, el proyecto, liderado por la Universidad de las Indias Occidentales a través del Laboratorio de Especies Marinas Invasivas, dentro del Discovery Bay Marine Lab, apunta a sensibilizar y educar a los jamaicanos, particularmente a los pescadores, acerca de la especie y la importancia de su control, así como de su manipulación segura, al tiempo que estimula la creación de un mercado.
Buddo admitió que “hoy es imposible deshacernos del pez león”, pero estimó que “podemos asegurarnos de reducir los volúmenes de la especie y tener algún control sobre el impacto que está teniendo”.
Investigadores de la UWI (UWI Discovery Bay Marine Lab) han hallado hasta 15 especies diferentes en el estómago de ejemplares de pez león capturados en costas de Jamaica, incluidas especies de gran valor comercial como la langosta.
Aún en su fase piloto, el National Lionfish Project de Jamaica, administrado por la National Environment and Planning Agency (NEPA), incluye a varios organismos del gobierno en la isla caribeña (entre ellos la Oficina de Turismo y la Compañía de Desarrollo de Producto Turístico), y es parte de un proyecto regional titulado “Mitigando la amenaza de especies invasoras en el Caribe insular” (Mitigating the Threat of Invasive Alien Species in the Insular Caribbean, MTIASIC), financiado por Global Environment Facility (GEF) y el Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidas.
FUENTE | www.caribbeannewsdigital.com
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