Un recurso natural saludable, biológicamente vibrante y económicamente viable para las generaciones futuras es el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), mayor arrecife de coral en el hemisferio occidental y el segundo arrecife más grande del mundo después de la Gran Barrera de Coral en Australia.
Tiene una extensión de 1.000 Km a lo largo de la costa caribeña de México, Belice, Guatemala y Honduras y solo en Belice se estima que aporta unos $559 millones en bienes y servicios anuales.
Sin embargo, a pesar del valor de su biodiversidad y de ser un componente de la economía, la seguridad alimentaria y las tradiciones culturales de los países que abarca, aún hace falta que los sectores responsables de su protección le brinden la atención que merece, señaló Melanie MacField, de Healthy Reefs, organismo que junto con el Instituto de Recursos Mundiales y 40 socios locales, efectuaron la primer ecoauditoría sistemática y multinacional de ese ecosistema, y cuyos resultados se dieron a conocer a través del denominado Primer Informe de Avances.
Urgen mejoras de protecciónUna puntuación regular –de 2,7 sobre 5– recibieron los esfuerzos que los Gobiernos, organismos no gubernamentales y el sector privado de la región efectúan por la protección y el manejo sustentable de los arrecifes coralinos.
Entre las razones de tales calificaciones están los inadecuados estándares de saneamiento y tratamiento de aguas residuales, la falta de regulaciones de pesca, los asentamientos humanos y la industria o infraestructura cercana a las costas y el cambio climático, por citar algunas.$559millones en bienes y servicios anuales recibe Belice por el Sistema Arrecifal Mesoamericano.Los investigadores involucrados en esta evaluación catalogan el puntaje como un llamado a la acción rápida y efectiva que se requiere de todos los actores responsables de velar por el SAM.
María José González, de Mesoamerican Reef Fund, añadió: “este informe de avances es una excelente oportunidad para empezar a gestionar cambios en las formas de manejo de recursos costero marino a lo largo de los cuatro países de la región SAM, con el objetivo de mejorar los indicadores de salud y asegurar un arrecife sano, que permita a los pobladores locales un desarrollo sostenible”.
Trabajo en equipoEsta ecoauditoría, única en su tipo en la zona, estuvo a cargo de la Iniciativa Arrecifes Saludables en colaboración con el Instituto de Recursos Mundiales y 40 socios locales.Veintidós indicadores estandarizados de manejo en siete áreas temáticas fueron implementados para entender el progreso colectivo que cada país hace para mejorar sus costas, pesquerías y arrecifes coralinos.
También efectuaron cuatro talleres nacionales con representantes de los gobiernos y el sector privado para que pudieran clasificar cada uno de los indicadores establecidos y contribuir con datos que validaran la evaluación.La firma auditora, financiera y de manejo PricewaterhouseCpoopers, Costa Rica llevó a cabo la revisión de la metodología y ofreció una retroalimentación acerca de los procesos, indicadores y calidad de la documentación presentada para verificar cada indicador, comentó Ana Giró, Coordinadora de Arrecifes Saludables.