Se han destruido más de 2 mil hectáreas de manglar en la Entidad veracruzana durante los últimos 20 años; la mayoría de ellos, por cambio de uso de suelo de los ecosistemas, informó el director regional de Planicie Costera y Golfo de México de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), José Antonio González Azuara.

“Desde las alturas, en un sobrevuelo, se pueden observar manchas cafés sobre la tierra. Se trata de huecos que han sido abiertos por campesinos o empresarios que han decidido tirar el manglar, para construir zonas habitacionales o terrenos para ganadería”.

En el caso de Veracruz, una de las zonas más afectadas en relación a la pérdida de manglar ha sido el corredor La Antigua-Veracruz- Boca del Río y Alvarado, este último municipio, uno de los que ha tenido mayor reducción en la extensión de manglar.

“Alvarado ha sido un municipio muy afectado por la actividad humana, en este caso, se desecan las humedales, se abren zanjas en los humedales y se decanta el agua, después se corta el árbol de manglar, se quema y se siembra un pasto, para utilizar el terreno en actividades ganaderas”.

Al respecto, el director regional de la Conanp, José Antonio González Azuara, dijo que si bien el nombramiento de Área Natural Protegida que otorgan los gobiernos estatales o el gobierno federal, ha ayudado a frenar el deterioro y pérdida de manglar, “la muerte lenta de manglares” continúa.

“De sur a norte de Veracruz, las extensiones más importantes de manglar se encuentran en los municipios de Coatzacoalcos, Sontecomapan, Alvarado, Veracruz, Tuxpan y Tamiahua, donde el nombramiento de Área Natural Protegida les da un cierto grado de atención y protección.

“Las autoridades realizan de vez en cuando trabajos de limpieza, de supervisión, cuidan que nadie los rellene o los deseque y eso hace que se conserve, sin embargo, a través de contaminantes, químicos y fertilizantes que arrastran los ríos, se traen sedimentos al manglar que también los afecta”.

José Antonio González Azuara dijo que es urgente realizar un diagnóstico puntual sobre el estado que guardan los manglares e impulsar un plan de manejo eficiente que permita su conservación.

Entrevistado en el marco del Segundo Taller de Dunas Costeras y Humedales: Futuro y Conservación, dijo que los manglares son el pulmón del medio ambiente, porque se encargan de filtrar todos los agentes contaminantes que traen los ríos y evitar así que lleguen al mar, pero sobre todo, resaltó, son una especie de barreras que protege de la mareas altas y de los huracanes a los asentamientos humanos, por lo que consideró necesario prestar más atención e importancia a este tipo de ecosistemas.

DUNAS DE SAN ISIDRO, EN PELIGRO

Poco más de mil 426 hectáreas aledañas a la playa de San Isidro continúan en litigio entre ejidatarios de San Isidro y de Palmas de Abajo. En esa tierra, cubierta de pedreras y zonas de dunas, el grupo constructor “Industrial de Piedra”, comete un ecocidio. Dicen que la empresa está arrasando con las zonas de dunas, para una construcción de un complejo turístico y comercial, donde precisamente anida el cangrejo azul, según denuncian vigilantes de esa zona.

Vigilantes ambientales voluntarios de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) han puesto una “denuncia popular” en esta instancia y están a la espera que la dependencia federal ordene la cancelación de los trabajos de este grupo que, amparado en un documento “apócrifo” de los ejidatarios de Palmas de Abajo, está arrasando con estas dunas que colindan con las playas de San Isidro y Barra de Ángel.

En un recorrido por la zona se observó cómo hace unas semanas maquinaria pesada conocida como Lanz Bulldog de ocho toneladas arrasaba con árboles y con la topografía del terreno, en pleno domingo y con la necesidad imperiosa de “aplanar” el terreno.

Los trabajadores ni se inmutaron al ver al reportero gráfico y sin cesar continuaron desapareciendo las dunas, sitio de anidación del cangrejo azul, desove de la tortuga lora y paso de aves migratorias.

Los vigilantes ambientales de comunidades como San Isidro y Mozomboa, quienes pidieron el anonimato, señalaron: “Las están desbaratando, hay mucho interés económico ahí, ni permiso de construcción tienen, pero ahí los auxilia un ex funcionario de la Secretaría de la Reforma Agraria”. Detallan que Juan Martínez Sánchez, ex funcionario de la Secretaría de la Reforma Agraria en Veracruz y hoy apoderado legal de Industrial de Piedra, habría “clonado” las escrituras, mapas y otros documentos a los ejidatarios de San Isidro para posteriormente negociarlos con ejidatarios de Palmas de Abajo y sólo utilizarlos como “prestanombres”. La que pretende despojarlos del terreno es la empresa Industrial de Piedra.

PROTECCIÓN PODEROSA

Además del apoderado legal Juan Martínez Sánchez también estarían involucrados, el ex titular de Sedarpa Ramón Ferrari Pardiño, hoy titular del Consejo del Desarrollo del Papalopan, y Santiago Izquierdo Elizondo, ex empleado de la Secretaría de la Reforma Agraria y quien a decir de los ejidatarios de San Isidro desapareció, con la complicidad del delegado de la SRA en Veracruz, Alberto Meza Abud, el expediente administrativo número 508063, que fue borrado de la dependencia federal con sede en Xalapa.

Aparecieron prestanombres de Izquierdo Elizondo, de Ferrari Pardiño y de Martínez Sánchez, campesinos de Palmas de Abajo y del municipio de Úrsulo Galván, cuyos ejidatarios son desconocidos en la zona, y una persona ficticia de nombre José Martínez Morán (no aparece en el padrón electoral con residencia en la zona), pues éstos ya tienen unas escrituras y un contrato de compra venta con Industrial de Piedra, con el asesoramiento del ex empleado de la Delegación de la Secretaría de la Reforma Agraria, Santiago Izquierdo.

Aunado a ese tráfico de influencias y la falsificación de datos y documentos, los empresarios y los “supuestos ejidatarios” estarían involucrados en un ecocidio, por ello, los ejidatarios de San Isidro, encabezados por Guillermo Morales, entregaron a este reportero una copia de la “denuncia popular” presentada el pasado 2 de febrero ante el departamento de Denuncias Ambientales, Quejas y Participación Social, en el que se acusa a Juan Martínez Sánchez, a Ramón Ferrari Pardiño, Carolina Loyo Iparraguirre, Silvia Martínez Loyo, José Martín Rivera Morales y a la Sociedad Mercantil de Industrial de Piedra.

“Con eso estamos seguros que les van a parar los trabajos, que se los van a clausurar, además estamos con el pendiente de que en la agencia quinta del Ministerio Público avancen con nuestro litigio”, detallaron los ejidatarios.

“Ellos quieren construir sobre las dunas hoteles, residencias, proyectos inmobiliarios y comerciales, atentar contra la naturaleza. Nosotros queremos trabajar la tierra, pastar ganado, sembrar y en la playa construir pequeñas cabañitas, hoteles ecológicos. Hemos vivido por décadas aquí y sabemos valorar la naturaleza”, remarca Guillermo Morales Ramírez.

Fidel Ramírez, otro de los ejidatarios afectados, detalló el porqué de la falsificación de documentos que tienen los ejidatarios de Palmas de Abajo y quienes avalarían a Industrial de Piedra.

“No tienen veracidad, pues en sus propios datos caen en contradicciones, según ellos, sus escrituras datan desde hace más de 20 años; hace 20 años las dunas no tenían las mediciones que ahora tienen y que ellos muestran que no han sufrido modificación alguna en sus latitudes, eso es imposible, los fenómenos meteorológicos las han ido cambiando, además muestran su mapa obtenido con tecnología satelital (GPS). No me chinguen, en esos años no existía el PPS (sic) o como se llame, aparte de corruptos, pendejos”.

Del predio conocido en el municipio de Actopan como “el Médano” -colindante con la barra Juan Ángel y la playa Paso Doña Juana- ilustran cómo de las mil 426 hectáreas, el 60 por ciento pertenece a vegetación tropical y hectáreas propicias para la agricultura y el 40 por ciento restante pertenece a las dunas, zona arenosa que durante mucho tiempo permaneció sin destacar en la geografía costera veracruzana.

“Nosotros no tenemos ningún miedo al careo en el Ministerio Público, ni a demostrar con papeles, aquí hemos vivido y que éste es nuestro único patrimonio. Desde hace 25 años hemos vivido aquí, hecho trabajo, abriendo brecha para los visitantes, nunca habíamos tenido ningún problema hasta hace 18 meses que dizque apareció otro propietario”, remarcan Cruz Calderón y Víctor Ibarra, campesinos de San Isidro.

Tras una inspección por parte de personal de la Semarnat, los trabajos en esas dunas han sido suspendidos, por intervención la Profepa.

FUENTE | www.oem.com.mx